Materiales aislantes térmicos para mejorar la eficiencia energética
El aislamiento térmico es una de las claves para que un hogar o un centro de trabajo alcance el mayor grado de eficiencia energética. Tanto en verano como en invierno, lograr una buena estanqueidad en los edificios posibilita que podamos prescindir de altos consumos energéticos en climatización, que son los que conllevan un mayor gasto en las facturas de suministros. Pero para ello es necesario contar con materiales aislantes térmicos que nos garanticen el mayor confort.
¿Por qué es necesario lograr la estanqueidad en edificios? Básicamente, porque podemos hacer que el frío y el calor se queden fuera del hogar en invierno y en verano, atemperando de manera eficiente nuestras estancias. Históricamente, los edificios antiguos respiraban, que es como se comenta el fenómeno de que el aire se filtrase por las ventanas y las puertas, además de por las mismas paredes. Eso hacía que en verano entrara el calor y en invierno el frío.
La solución que se daba hace décadas era la de salir a dar un paseo en verano para evitar el calor de casa y la de usar mantas en invierno. Pero mediante el aislamiento de las viviendas podemos evitar dichos fenómenos engorrosos, además de no tener que hacer un uso abusivo de los sistemas de climatización tradicionales. Y es que, para ganar en confort, se optó por el uso de los aparatos de aire acondicionado y calefacción, que suponen un enorme esfuerzo energético.
Si bien es necesario el uso de sistemas de ventilación mecánicos en los hogares que gozan de una buena estanqueidad -ya que es la mejor manera de garantizar el flujo de aire-, también ahorramos mucha energía y apostamos por la eficiencia energética. Y para ello es necesario utilizar en la construcción de los edificios o en su rehabilitación los correctos materiales aislantes térmicos.
Como ejemplo de la importancia de la estanqueidad en edificios, podemos recordar que el sello certificador de casas pasivas Passivhaus -que es un referente junto a BREEAM- considera que el aislamiento térmico es una de las cinco condiciones principales para garantizar la eficiencia energética y evitar el consumo en un edificio.
¿Qué materiales aislantes encontramos en el mercado?
- Aislantes de lanas minerales. Es el material aislante más común. Se elabora a partir de roca volcánica y tiene forma de panel poco rígido. Pueden ser de lana de roca o de lana de vidrio, y consisten en aislantes con entrelazados de filamentos de materiales pétreos. Además de mejorar notablemente la estanqueidad de las estancias, también protegen contra los ruidos, por lo que son buenos aislantes acústicos. También pueden ofrecer protección contra el fuego.
- Aislantes sintéticos. Se trata de los materiales aislantes como el plástico o los polímeros que proceden del petróleo, ya que todos ellos son considerados como sintéticos. Gozan de una gran eficiencia térmica, y entre ellos destacan los poliestirenos -muy utilizados-, el poliuretano -que puede mojarse y es más absorbente- o los rollos reflexivos. Estos últimos son de grosor variable.
- Aislantes naturales. Se consideran como la opción ecológica, y es por ello que están cada vez más extendidos. Son también la opción que requerirían las casas bioclimáticas. El más habitual suele ser el corcho, ya que además de sus propiedades aislantes es igualmente reciclable y renovable. Pero también encontramos la celulosa, el lino, la lana de oveja o el algodón y la fibra de coco. Algunos de estos pueden usarse como si fueran mantas dentro de las paredes.
Nuestra elección de materiales aislantes térmicos ha de elaborarse en base a nuestras necesidades y al proyecto en concreto, pero existen bastantes opciones en el mercado como para garantizar que su uso sea muy extendido.
La importancia de usar materiales aislantes térmicos
El sello certificador Passivhaus es un gran ejemplo para explicar la importancia de la estanqueidad para garantizar la eficiencia energética. El grupo alemán que creó uno de los estándares de casas pasivas más reconocidos -para certificar aquellas viviendas que no requieran de climatización artificial. Passivhaus considera que el aislamiento térmico es clave para ello:
Utilizando un grosor adecuado de aislamiento térmico, las casas pasivas sufren pérdidas de calor muy reducidas siendo las necesidades de calefacción casi nulas. Para conseguir esto, es esencial que el diseño y la ejecución de las paredes exteriores, la cubierta y el suelo se realice analizando todos los detalles constructivos.
De la misma manera, el sello BREEAM de eficiencia energética también considera que el aislamiento térmico es imprescindible para alcanzar una buena puntuación en la obtención de sus certificados.
Existen suficientes materiales aislantes térmicos para poder llevar a cabo proyectos sostenibles que no fuercen a grandes gastos en climatización. Igualmente, esta estanqueidad es también una de las claves para los Edificios de Consumo Casi Nulo, que serán de obligado cumplimiento a partir de 2020 en España para todas las nuevas obras, ya sean públicas o privadas.
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