Con la llegada del verano y las nuevas temperaturas, vuelven las preocupaciones por mantener nuestros hogares en condiciones óptimas. En los últimos años y aunque sigue siendo la solución preferida por los españoles, muchos consumidores han empezado a buscar alternativas más allá del aire acondicionado. Y es que este sistema, además de ser poco saludable y poco respetuoso con el medio ambiente según las condiciones, no es eficiente y consume grandes cantidades de energía.

¿Entonces, cuáles son las mejores soluciones para atemperar una vivienda en verano, más allá del aire acondicionado?

Tipos de ventilación para el verano

En primer lugar, hay que destacar que las condiciones propias de la vivienda en la que nos encontremos pueden influir mucho en nuestra sensación de calor. La orientación, los materiales utilizados, los sistemas de aislamiento térmico o el propio diseño arquitectónico entre otros factores marcan de forma determinante un punto de partida más o menos favorable según las condiciones:

  • Los sistemas de ventilación mecánica controlada (VMC) se caracterizan por la utilización de ventiladores para renovar el aire en espacios interiores. Existen múltiples sistemas de VMC, desde los más sencillos hasta los más complejos los cuales están equipados con equipos de alta tecnología que permiten optimizar la calidad del aire obtenida y la regulación térmica en espacios interiores. Un hogar con un sistema de ventilación mecánica de doble flujo en verano puede mantener una temperatura interior de 21 o 22 grados, aun cuando la temperatura exterior es de hasta 30 grados.

 

  • Como explicamos en otro artículo de este blog, los sistemas de ventilación natural pueden ser “una opción interesante en casos con características concretas. En primer lugar, es aconsejable en entornos con climas atemperados para que la variación térmica no suponga un elemento de estrés o pérdida de confort. Además, para que sea realmente eficiente el hogar debe estar específicamente diseñado para ello. Es decir, se debe tener en cuenta desde el momento inicial del diseño arquitectónico”. En todo caso en regiones con mucha humedad o con temperaturas muy elevadas, los efectos de la ventilación natural son muy reducidos o prácticamente nulos.

A partir de aquí y si no podemos contar con un sistema de ventilación eficiente, compartimos algunos consejos y trucos para soportar mejor el calor en casa:

 

  • Ventilar por las mañanas. Es aconsejable abrir puertas y ventanas a primera hora de la mañana, entre las 7 y las 8, ya que es el momento con las temperaturas más bajas. Durante las horas de más bochorno, lo recomendable es cerrar persianas o la utilización de toldos para las ventanas. Por el contrario, durante la noche debemos permitir que circule el aire al máximo.

 

  • Suelos frescos. Fregar con agua fría el suelo de interiores y terrazas es un método rápido y bastante eficaz para aliviar la sensación de altas temperaturas en tu hogar.

 

  • Los tejidos. Antes de la llegada de las altas temperaturas, aconsejamos retirar tantas cortinas y alfombras como podamos y en la medida de lo posible. Cuanto más despejados estén nuestros suelos y ventanas, mayor sensación de frescor obtendremos.

● La hora de cocinar. La mañana será sin duda el mejor momento para preparar tus platos en épocas de calor. Evita utilizar el horno todo lo que puedas y sigue recetas que puedan degustarse a temperatura ambiente o no necesiten ser recalentadas.

 

  • Electrodomésticos, mejor de noche. Algunos dispositivos como lavavajillas o lavadoras liberan mucha energía en forma de calor, por lo que su uso tiene un efecto poco aconsejable durante las horas de más calor. Cuando estén funcionando, mejor hacerlo con la puerta cerrada.

 

  • Las plantas. Es una forma natural y visualmente agradable de luchar contra las altas temperaturas en el interior de casa, ya que absorben el calor de forma natural. Si puedes hacer uso de plantas enredaderas, estas crearán una barrera natural contra el sol.