respirar mejor en otoño

El otoño es una época muy bonita para muchos, que evoca a melancolía y belleza. Las hojas de los árboles empiezan a caer, las temperaturas son suaves y además volvemos a la rutina. Pero también puede ser una época de complicaciones respiratorias, ya que los cambios de temperatura inesperados junto a la contaminación pueden favorecer la aparición de infecciones, inflamación en las vías respiratorias y también reacciones alérgicas durante el otoño. Y no solo en el exterior, sino que es necesario respirar mejor dentro de casa en otoño.

Pasamos la mayor parte del tiempo dentro de casa, en el trabajo o en espacios cerrados, por lo que preocuparnos del aire que respiramos en interiores es de suma importancia, incluso más que en exteriores. Y dicha calidad de nuestra respiración tendrá mucho que ver con la limpieza del entorno hogareño.

Normalmente, se suele hablar mucho de lo necesaria que es una limpieza intensiva en primavera, pero no es el único momento del año. El otoño es una gran estación para hacer una gran limpieza de arriba abajo en casa. Es una manera excelente de afrontar el nuevo curso y prepararse para la llegada de las bajas temperaturas.

Limpiar el aire que tendremos en el hogar es la primera gran medida para respirar mejor en casa en otoño. ¿Qué podemos poner en marcha?

Hay hogares en los que no se elimina el polvo almacenado en los equipos de aire acondicionado, y eso puede originar verdaderos problemas de salud. Mientras que no limpiar los filtros de los equipos de ventilación mecánica hace que sea necesaria más potencia, en el caso del aire acondicionado una mala limpieza hace que no se respire adecuadamente.

Todos los elementos por los que pasa el aire, como los de aire acondicionado o ventilación mecánica, acumulan polvo, suciedad, alérgenos y en casos más extremos hongos. Todo ello puede crear problemas de salud o desarrollar alergias. Y en otoño, cuando regresan los resfriados con las bajas temperaturas, sin duda puede ser una complicación.

El mantenimiento de todos los sistemas en casa por donde pase el aire es esencial. Porque las rejillas de los respiraderos, o de los extractores de baño y cocina, contienen polvo pero también grasa. Es por ello que las campanas extractoras cuentan con unas rejillas que podemos limpiar en los lavavajillas.

Sin embargo, la limpieza de estos mecanismos es muy sencilla. Normalmente, podemos retirar la rejilla al desenroscarla o mediante una ranura. La limpieza de las rejillas se realiza mejor al exterior y con un paño seco para eliminar todo el polvo y la suciedad. Si es posible, podemos sumergir la rejilla en agua caliente y usar jabón de fregar. Antes de colocarla, ha de estar completamente seca.

 

Ventilar para respirar mejor en otoño

 

Lo principal para poder respirar mejor en otoño es limpiar el aire, y para eso es preciso que se realice una renovación constante. Si el aire se queda en una estancia sin poder extraerse es posible que se convierta en aire viciado, y eso lo que originará es un foco de enfermedades.

En otoño, cuando las temperaturas empiezan a descender, hay familias que optan por cerrar las ventanas. Sin embargo, ventilar es siempre algo muy necesario, y el cómo realizarlo dependerá del tipo de vivienda que sea:

  • En hogares con ventilación mecánica, cerrar las ventanas y dejar que se extraiga el aire de manera automática es la mejor opción. En este caso, la solución más efectiva es la ventilación mecánica de doble flujo, ya que impulsa aire desde el exterior y previamente filtrado, mientras que extrae automáticamente el aire de menor calidad desde los interiores.
  • En hogares sin sistemas de ventilación -normalmente los que tienen más años- hay que abrir las ventanas y tener en cuenta una serie de acciones básicas.

No es necesario que las ventanas estén siempre abiertas si no se dispone de ventilación mecánica, pero al menos han de abrirse un rato al día. Por ejemplo, media hora por la mañana y otra media hora por la tarde. En otoño no importa demasiado la hora en la que ventilar, pero siempre será necesario.

Aunque en otoño bajen las temperaturas, es imprescindible abrir las ventanas igualmente cuando se cocine o se haga la limpieza del hogar. Para evitar la formación de aire viciado y aprender a cómo respirar mejor en casa en otoño, es importante que en los momentos en que realicemos estas tareas siempre tengamos las ventanas abiertas. Al menos antes de empezar a cocinar o limpiar y dejando la renovación de aire natural hasta media hora más tras haber realizado las tareas.