ruido

De acuerdo con la Guía práctica sobre acústica en instalaciones de climatización (Fenercom), las instalaciones de climatización y de ventilación son focos de ruido, dado que se accionan de manera mecánica y discurren fluidos por su interior. Son varias las principales causas del ruido: un diseño inapropiado de los sistemas, una ubicación incorrecta de los componentes que los conforman, la no aplicación de las recomendaciones de instalación de las empresas suministradoras o la reducción de los costes de la instalación en detrimento del confort acústico.

 

Tipos de ruidos

Antes de implementar medidas correctoras de protección frente al ruido existente es de vital importancia clasificar los tipos de ruidos, para poder localizarlo y afrontarlo de la manera más efectiva posible. La clasificación de los distintos tipos de ruido atiende a las particularidades del foco que lo origina, la vía mediante la cual se dispersa y el modo cómo lo recibe el usuario. Así, podemos distinguir entre los distintos tipos de ruido:

Ruido aéreo

Causas: alteraciones sonoras originadas por una variación de presión atmosférica en el aire.
Medio de transmisión: aire.
Recepción: el usuario lo percibe a través del oído.
Ejemplos: en las instalaciones de climatización y de ventilación, el ruido generado por los difusores y las rejillas hacia el interior de los recintos, o el de las unidades exteriores hacia el exterior del edificio.

Ruido de impacto

Causas: se trata de un ruido producido por la interacción mecánica de dos elementos sólidos (como el ruido que se produce al impactar un tacón contra el suelo).
Medio de transmisión: la estructura del edificio y demás elementos constructivos.
Recepción: el usuario lo percibe a través del oído.
Ejemplos: en el interior de las tuberías o por el contacto mecánico entre elementos de una unidad de tratamiento de aire.

Vibraciones

Causas: oscilación producida por la interacción mecánica de dos elementos sólidos.
Medio de transmisión: elementos rígidos.
Recepción: el usuario lo percibe a través de elementos rígidos.
Ejemplos: la sensación del funcionamiento de un ventilador o de un compresor al poner el usuario la mano en una pared o en el suelo.

 

Objetivo: confort acústico

Para asegurar el bienestar de los ocupantes de un edificio es primordial que el interior de sus recintos disponga de un apropiado entorno acústico. El confort acústico ha de garantizar que los niveles de ruido de los ambientes interiores se ajustan a la actividad que se lleva a cabo en su interior. Así, las exigencias no serán las mismas para la habitación de un centro hospitalario que para las dependencias administrativas de una nave industrial.

Cómo garantizar un óptimo confort acústico

Las consideraciones que se deben tener en cuenta son las siguientes:

• Antes de la fase de diseño, los profesionales han de tener en cuenta las exigencias acústicas de los recintos para implementar las medidas de actuación más eficientes.

• Se debe reducir al máximo el ruido en el foco que los origina.

• Partiendo de un buen diseño previo, es primordial que las instalaciones sigan las directrices y recomendaciones de los proyectistas de la instalación y de las empresas suministradoras de los sistemas.

• Dado que un conducto es tanto medio de transmisión de ruido como foco de ruido, es imprescindible evaluar el comportamiento del aire en su interior. De esta manera, el tendido de conductos de la instalación debe evitar, en la medida de lo posible, los cambios de dirección y las zonas de régimen turbulento.

• Las vibraciones son el foco acústico de la mayor parte de las molestias producidas. Por ello, es sumamente importante impedir su transferencia dotando a la instalación de sistemas de amortiguación y atenuación de ruido, tales como lechos elásticos y muelles.

• En locales de uso especial que requieren de un silencio significativo se deben extremar las precauciones. Para ello, se implementarán medidas antirruido mediante sistemas encapsulados y silenciadores en las rejillas de insuflación y extracción de aire.

 

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