Humedad en la costa

La foto que se encuentra sobre estas líneas podría parecer que se tratase de un desastre natural o de un tsunami. Pero no. En realidad, se trata de algo más habitual y que cualquier persona que viva en la costa durante estos meses conoce muy bien. Se trata de la humedad en verano, o cuando las temperaturas suben mucho en localizaciones de playa.

Los altos edificios que parecen inundados por olas de agua pertenecen a la ciudad de Panamá, de clima tropical, y la foto se dio en 2012. En realidad, no son olas de agua, sino gigantescas formaciones de humedad. Las fotos fueron tomadas desde un helicóptero por lo sorprendentes que resultaron, pero desde la playa o la ciudad no se veía dicho efecto.

En realidad, el fenómeno era una gran condensación de vapor de agua. Cuando el aire cargado de humedad ascendía hacia la parte alta de los edificios se enfriaba y se condensaba. Por lo que se crearon esas enormes olas.

El ejemplo no va más allá de la curiosidad gráfica de lo que puede originar la humedad en verano o en meses de calor en localizaciones costeras. Pero también nos da una imagen de lo que ocurre en los sitios de playa cuando suben las temperaturas.

 
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¿Por qué hay más humedad en verano en las zonas de sol y playa? En los meses cálidos, no solo suben las temperaturas en el ambiente. También los termómetros registran ascensos de calor en el mar. Eso provoca que se evapore mucha más agua. Y ese volumen de vapor de agua acaba llegando al aire, por lo que se convierte en humedad. Es por ello que en las zonas de playa hay más humedad en verano. Sobre todo, si no hay vientos que se lleven la humedad fuera de las ciudades.

 

Mayor sudoración debido a la humedad en verano

 

En algunas zonas la humedad se nota menos, como por ejemplo en el Cantábrico. Eso es por la acción de los vientos. Pero en regiones mediterráneas, la humedad ambiental en verano es muy elevada porque la brisa es el viento dominante. ¿Qué notamos nosotros?

  • En verano y en zonas costeras, con un volumen de humedad elevado sudamos mucho más.
  • La temperatura por las noche es similar a la del resto del día, pese a la ausencia de sol.
  • La estancia en interiores, si no existen sistemas de ventilación o aparatos de aire acondicionado, es menos placentera y el calor se hace más evidente.
  • Por otro lado, las temperaturas al sol son más moderadas en zonas de interior, ya que la humedad no permite que se disparen los termómetros. Aun así, la sensación térmica se considera peor en zonas húmedas.

Lo más notorio es sin duda la sudoración y por qué es peor con humedad. Eso es porque el sudor, al evaporarse, enfría nuestra piel y hace que disminuya nuestro calor corporal. Lo normal es que el sudor se evapore rápidamente.

Pero al haber una humedad relativa en el ambiente muy elevada, como ocurre en zonas costeras en verano, al aire le cuesta aceptar más vapor. Así que el sudor no se evapora fácilmente de nuestro cuerpo. Todo lo contrario ocurre cuando la humedad relativa es baja. En esos casos, el sudor se evapora rápidamente y no se queda en nuestra piel.

Ese es el motivo por el que la sensación térmica es peor en una zona de la costa valenciana a 30ºC, por ejemplo, que no en una provincia de interior a 36ºC.

El problema de la humedad en verano va mucho más allá. Puede favorecer la aparición de ácaros y de otras bacterias, además de ser un problema en el hogar. La humedad es responsable de un buen número de complicaciones de salud, y es primordial controlar sus efectos en el hogar.

Como hemos comentado previamente, la humedad en verano en zonas de costa puede hacer que la estancia en casa se vuelva mucho menos placentera. Por la sudoración excesiva y la sensación térmica elevada.

Para ello, la mejor solución no es un aparato de aire acondicionado. Si bien con ello se puede eliminar el calor y tener una sensación placentera, no se renueva el aire ni se filtra. Además, el gasto en energía es muy elevado y cuando se apaga el aire acondicionado volvemos a sufrir el calor húmedo del verano.

Un sistema de ventilación mecánico de doble flujo elimina el aire que no alcanza la suficiente calidad necesaria en interiores y calcula automáticamente si hay un exceso de humedad en verano. De esta manera, elimina ese aire cargado de humedad y lo renueva con aire filtrado, libre de impurezas. En el proceso, consigue que la temperatura de la casa se modere y se haga confortable, sin un apenas gasto energético.

 
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