Las casas pasivas son alternativas habitacionales muy sostenibles y eficaces desde el punto de vista energético, además de asequibles económicamente

Las viviendas pasivas son, probablemente, las soluciones habitacionales más sostenibles. Su eficiencia energética, adecuada ventilación y temperatura estable están entre sus principales ventajas. De hecho, no necesitan recurrir a la calefacción o al aire acondicionado. En la mayoría de los casos, basta con instalar algún sistema de ventilación mecánica controlada.

Qué son las viviendas pasivas

Este tipo de viviendas sostenibles se definen por las siguientes características:

  • Eficiencia energética.
  • Comodidad.
  • Sostenibilidad.
  • Precio accesible.
  • Ventilación de calidad.
  • Luminosidad.
  • Alto nivel de confort.
  • Sistemas basados en energías renovables.
  • Buen aislamiento en las paredes, suelos y ventanas.

De esta manera, el consumo en calefacción o aire acondicionado se reduce cerca del 90 % con respecto a edificios de antigua construcción. Estos niveles rondan el 75 % si los comparamos con edificaciones convencionales más actuales.

Por otro lado, se instalan sistemas de ventilación para suministrar aire fresco constantemente. De esta manera, además, se optimiza la calidad del aire. En esta línea, se garantizan bajos niveles de radón, lo que repercute en la buena salud de los habitantes.

Por lo tanto, las viviendas pasivas incorporan sistemas de ventilación de calidad que mejoran la calidad del aire y nos permiten un ahorro considerable. Pero ¿qué requisitos deben cumplir las viviendas para considerarse casas pasivas? Estos son algunos:

  • Energía necesaria. La vivienda y sus recursos, como los electrodomésticos, la red de agua o la calefacción, no exceden los 60 kWh al año por cada metro cuadrado.
  • Calefacción. No superan el consumo de 15 kWh al año por metro cuadrado o 10 W por metro cuadrado de demanda máxima. Esto contrasta con los 100 W por metro cuadrado de una vivienda convencional. Es decir, el consumo es diez veces menor en una casa pasiva.
  • Hermeticidad. No sobrepasan los 0,6 cambios de aire por hora a 50 pascales de presión.
  • Comodidad térmica. En este tipo de viviendas, la temperatura no excede los 25 grados centígrados más un 10 % de las horas del año.

Qué beneficios aportan las casas pasivas

Hemos visto que las condiciones de este tipo de viviendas permiten vivir en ellas de manera cómoda y saludable, pues cuentan con todos los recursos necesarios para lograr altos niveles de calidad de vida.

A continuación, te explicamos de forma más detallada las principales ventajas de las casas pasivas.

Eficiencia y sostenibilidad

Son edificaciones muy eficientes desde el punto de vista energético. Esto supone un menor consumo, lo que se traduce en menos gasto en la factura de la luz y el gas. Por otro lado, pueden beneficiarse de todas las ayudas y subvenciones destinadas a promover la energía limpia y renovable. Además, son construcciones respetuosas con el medioambiente, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.

Bajo coste

El coste de construir una de estas viviendas resulta bastante asequible. No solo supone un gran ahorro de consumo, sino que los propios trabajos de albañilería, fontanería y electricidad son equiparables y, a menudo, inferiores a los de las casas convencionales.

No obstante, es importante reunir equipos de profesionales que cuenten con experiencia y con los conocimientos específicos sobre aislamiento, ventanas herméticas, unidades de recuperación de calor, etc.

Comodidad

Gracias a su temperatura estable y a sus buenas condiciones de humedad y calidad del aire, estas viviendas proporcionan bienestar y óptimos estándares de vida.

Sin duda, vivir en casas pasivas es una opción de futuro. Son inmuebles con unos principios muy claros: lograr un importante ahorro energético, respetar al máximo el entorno donde están ubicadas y promover el desarrollo sostenible. Si quieres saber más aspectos relacionados con este tipo de viviendas, te recomendamos este artículo sobre ventilación natural para mejorar la calidad del aire.