confort termico

El confort térmico se puede definir como la sensación que expresa el grado de satisfacción de los usuarios de un edificio en relación con el ambiente térmico que se da en su interior. Depende de parámetros externos, como la temperatura del aire, la velocidad del mismo y la humedad relativa, y otros parámetros internos cómo la actividad física desarrollada, la ropa o el metabolismo de cada persona. Para llegar a la sensación de confort, el balance global de pérdidas y ganancias de calor debe ser nulo, conservándose de esta manera nuestra temperatura normal, es decir la que se alcanza con el confort térmico.

En relación con los parámetros internos, cabe señalar que el metabolismo es un factor térmico que está relacionado con la capacidad del cuerpo humano de producir calor de una forma semejante a como lo haría un sistema mecánico como puede ser el de un motor. El metabolismo es por tanto una producción continua de energía. Con el proceso metabólico se convierte energía en calor, y el cuerpo lo hace en una cantidad suficiente para que nuestro organismo siga funcionando. Esta energía también se destina a la ejecución de trabajos mecánicos externos como levantar peso, desplazarse, mover objetos, etc.

 

Sistemas de ventilación para garantizar el confort térmico en una vivienda

En lo que se refiere a los parámetros externos cobra especial relevancia disponer dentro del edificio, tanto si se trata de una vivienda o de un edificio de oficinas, de un sistema de ventilación que sea eficiente y al mismo tiempo garantice una temperatura estable en el interior. Este último aspecto es muy importante ya que los sistema de calefacción y de refrigeración suponen el consumo energético más elevado de un edificio. La ventilación mecánica controlada de doble flujo, incorpora un sistema de recuperación de calor que facilita que se cumplan estos dos requisitos. Para ello este sistema dispone de equipos mecánicos tanto en el proceso de admisión de aire como en la extracción, así como una serie de componentes que se detallan a continuación:

  • Recuperador de calor
  • Caja de distribución
  • Conductos de impulsión
  • Conductos de extracción

 

Mediante el recuperador de calor, se aprovecha la energía del aire que se extrae del interior para calentar el aire frío que se introduce desde el exterior. Esta trasmisión de calor se realiza sin que se mezclen los dos caudales lo que garantiza que el aire introducido es un aire limpio. Este proceso se reproduce en verano pero en sentido inverso: el recuperador de calor contiene un bypass que impide el sobrecalentamiento de la vivienda en verano. El bypass permite que el aire que llega desde el exterior no se pre-caliente al intercambiar calor con el aire del interior de la vivienda, evitando así que la temperatura en el interior ascienda en época estival. Este proceso permite obtener un ahorro energético muy superior al de otros tipos de instalación de ventilación como los de flujo simple, debido a que la renovación de aire es sensiblemente inferior durante gran parte del año. Por tanto, se reduce la cantidad de aire que es necesario acondicionar reduciéndose también el consumo de los ventiladores.

 

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