Certificado de eficiencia energética: Obligatoriedad y sellos optativos
El sector inmobiliario, de la mano de la construcción, ha de apostar en la actualidad por la eficiencia energética. No solo es algo de futuro, sino que desde hace años existen importantes obligatoriedades para que los edificios españoles cuenten con un mínimo amplio de opciones sostenibles. Aislamiento térmico, ventilación mecánica, iluminación controlada de bajo consumo o climatización eficiente. Por todo ello, fue necesario poner en marcha un estándar de certificado de eficiencia energética que puede indicar hasta qué punto un hogar o centro laboral cumple con la sostenibilidad y el ahorro de costes energéticos.
Primero de todo, hemos de diferenciar entre dos tipos de certificados de eficiencia energética:
- Certificado energético oficial. Es el documento oficial que debe redactar un técnico acreditado y que incluye información real sobre las características de un inmueble en cuestión. Se otorga una asignación energética con una etiqueta que dará información clara sobre la situación de la construcción en cuanto a sus recursos energéticos. Este certificado es obligatorio.
- Certificados de eficiencia energética optativos. Aportan un valor añadido a los inmuebles y dan información más clara y concisa sobre la situación real de cada edificio en cuanto a su consumo energético. Son muy recomendables, ya que posibilitan que un comprador pueda conocer de primera mano las características reales del inmueble, más allá de lo especificado en la etiqueta energética obligatoria. Algunos de los más habituales y reputados son Passivhaus, BREEAM o LEED.
La primera pregunta que podemos hacernos a la hora de entender para qué necesitamos las certificaciones energéticas es si basta conformarse únicamente con la certificación obligatoria. La respuesta depende de cada uno, pero sobre todo del valor añadido que se le quiera dar al inmueble.
Si nos conformamos con simplemente cumplir con la normativa, nos bastará con el certificado energético. Pero si optamos por ofrecer un valor añadido en eficiencia energética es altamente recomendable hacerse con uno de los certificados optativos. Gracias a ellos no solo detallaremos las bondades de la construcción en ahorro energético, sino que al ceñirnos a sus recomendaciones habremos cumplido con creces en las bases del ahorro energético.
Ello nos puede ayudar, por ejemplo, a acceder con facilidad a la normativa europea de los Edificios de Consumo Casi Nulo, que se pondrá en marcha en 2020. Precisamente, a partir de ese momento los requerimientos actuales de la etiqueta energética quedarán por debajo de la novísima obligatoriedad de la Unión Europea.
Contenido del certificado de eficiencia energética obligatorio
La certificación energética que se propone en España de manera obligatoria es algo por lo que han de pasar todos los propietarios, aunque existen excepciones, en cualquier tipo de edificio que pueda ser parte de una operación de compra, venta o alquiler. Sin importar si es una vivienda, un local comercial, una edificación de oficinas o una zona de trabajo.
El contenido del certificado de eficiencia energética obligatorio necesitará incorporar al menos los siguientes aspectos:
- Identificación del edificio o de la parte del edificio que requiere la certificación.
- Identificación del procedimiento elegido para obtener la calificación de eficiencia energética. Se puede elegir entre la opción general, la de programa informático o la simplificada. Deberá incluir la siguiente información:
-Descripción de las características energéticas del edificio: su aislamiento térmico, el número de habitantes y su funcionamiento en condiciones normales o las instalaciones para el ahorro energético.
-Identificación de la normativa de aplicación al ser construido en normativa de ahorro y eficiencia energética.
-Detalle completo de las pruebas realizadas, inspecciones y comprobaciones por parte del técnico certificador durante la calificación energética. - Calificación energética. Se realiza de manera gráfica mediante la etiqueta con la codificación de colores.
- Documento de recomendaciones por parte del técnico certificador según la viabilidad técnica y económica, así como la repercusión energética que tendrían, siempre que el propietario accediera a realizar dichas modificaciones de manera voluntaria. Deberían incluir una subida en la escala de eficiencia, al menos de un punto.
Como hemos dicho, se trata de un trámite obligatorio para todos los edificios existentes al ser vendidos o arrendados. Sin el certificado energético obligatorio, el notario no podrá realizar los papeles para la venta o alquiler del inmueble. La idea de dicho certificado es que ayude a los compradores, pero también puede ser beneficioso para el propietario: un edificio o inmueble con una mejor certificación en eficiencia energética será más fácil de vender o alquilar, ya que tendrá una importante ventaja competitiva.
¿Cómo obtenerlo? El cliente, previamente, deberá ponerse en contacto con un técnico especializado y que cuente con las autorizaciones pertinentes, además de las titulaciones académica y profesional para poder realizar trámites de este estilo.
¿Quiénes son los que normalmente pueden otorgar estos certificados de eficiencia energética obligatorios? Normalmente, arquitectos, ingenieros técnicos o personal autorizado. Lo común es que visiten los inmuebles para inspeccionarlos, los examinen para otorgar el certificado y finalmente puedan entregar al propietario el documento pertinente.
A nivel de coste, no hay un precio estipulado para el certificado energético obligatorio y cada uno de los especialistas lo pondrá en función de su trabajo y también de las condiciones del mercado. Es mejor preguntar diversos presupuestos. También es importante tener en cuenta que los certificados energéticos obligatorios tienen una fecha de caducidad, que variará en función de la normativa autonómica en cada una de las regiones de España.
Optar por un certificado de eficiencia energética no obligatorio
La obtención del certificado de eficiencia energética obligatorio puede ser un problema para quien compra o vende un inmueble, ya que si se encuentra en una situación de mal ahorro energético se dirá directamente a aquellos posibles compradores o arrendadores, bajando el valor de la vivienda o local. Pero no se otorgan unas directrices en eficiencia energética previas. Solo se contará con las recomendaciones de los técnicos que realicen la inspección para poder subir al menos una categoría.
En cambio, existen en Europa y también en otros continentes certificados de eficiencia energética voluntarios que pueden hacer que suba mucho el valor de un edificio, pero igualmente que nos ofrecerán una guía para poner en marcha un plan de ahorro energético en una construcción.
Hemos de decir, no obstante, que los certificados de eficiencia energética que resultan optativos funcionan mucho mejor cuando se trata de edificios de nueva construcción. Es entonces cuando poner en marcha las aplicaciones necesarias resulta más sencillo. Por otro lado, cabe decir que, en muchos casos, aplicar las bases de estos certificados no debe suponer un incremento de gastos, mientras que el ahorro energético será muy elevado.
Existen tres certificados energéticos voluntarios principalmente:
- BREEAM. Este sello energético apuesta por certificar la sensación de bienestar en un inmueble, con énfasis en una humedad controlada y también otros aspectos como un aire limpio y sin olores. También se preocupa por el aire exterior. Su aplicación es voluntaria y se mide la eficiencia energética con un sistema por puntos muy sencillo, que luego mide la sostenibilidad en una escala.
- Passivhaus. Desarrollado en Alemania, apuesta porque se edifiquen casas pasivas. Eso es, que no cuenten con sistemas de climatización tradicionales que originen gasto y solo se permite ventilación mecánica como sistema no pasivo. Es ideal para climas fríos, pero también puede aplicarse en lugares de mucho calor.
- LEED. Esta certificación funciona a través de puntos que han de ganar los edificios, lo que dará acceso a alcanzar diversas categorías en ahorro energético. Hace especial hincapié en la sostenibilidad, el ahorro de agua, la energía utilizada y la atmósfera.
La ventaja de este tipo de certificados energéticos es que por ejemplo se pueden mejorar los métodos de construcción, pero ahora son más interesantes que nunca estos sellos de ahorro energético porque gracias a ellos es muy fácil adaptarse a la Edificación de Consumo Casi Nulo.
No es lo único positivo. Los edificios que decidan acceder a este tipo de certificaciones serán mucho más duraderos y, ante todo, gastarán mucha menos energía. Además del siempre necesario confort en casa, nos aportan una mejor oportunidad de compraventa a medio y largo plazo, además de la base de todo: un ahorro energético que justifica su inversión, gracias a lo ahorrado mensualmente.
¿En qué se fijan los certificados de eficiencia energética voluntarios?
La eficiencia energética es el pilar central de este tipo de certificaciones voluntarias. El ahorro energético, además de la sostenibilidad, es quizás lo más destacable, pero también ha de tenerse en cuenta que el beneficio es algo compartido con las ciudades. Los dos principales beneficiarios de la aplicación de estos certificados son los propios edificios y también las comunidades donde se encuentran.
Tanto BREEAM como Passivhaus o LEED tienen unas líneas maestras comunes, si bien pueden contar con diferencias en la aplicación o en aspectos menores. Pero los tres sellos de certificación suelen apostar por lo siguiente:
- Al presupuestar la edificación de la vivienda o la reforma, la eficiencia energética es el pilar central y prioritario.
- La orientación del edificio y su colocación en el terreno no pueden estudiarse en base a decisiones personales, sino de eficiencia energética. La colocación frente al sol ha de ser la correcta para aprovechar la luz natural y también la climatización natural idónea.
- Los certificados de energía buscan que se utilicen energías renovables, como puede ser el uso de placas solares para calentar el agua sanitaria.
- La mayoría de materiales de construcción deben proceder de fuentes ecológicas.
- El ruido y otras fuentes de contaminación han de mantenerse a raya.
¿Es necesaria la aplicación de certificados de eficiencia energética voluntarios? Si bien no es una obligación por normativa, debemos tenerlo en cuenta. Sobre todo si lo que buscamos es tener viviendas que consuman poca energía.
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