aireador

Un aireador se define como un elemento que se dispone en las aberturas de admisión para dirigir adecuadamente el flujo de aire e impedir la entrada de agua, insectos o pájaros. Puede ser regulable o de abertura fija y puede disponer de elementos adicionales para obtener una atenuación frente a la contaminación acústica. También se pueden incorporar a las carpinterías o bien integrarse en los muros de cerramiento.

Este sistema de ventilación consiste en una regulación automática del caudal de aire a medida que aumenta la diferencia de presión en ambas caras del aireador. Una pequeña lama actúa a modo de válvula, obturando parcialmente la entrada de aire cuando es impulsada por la presión del viento. De esta manera el caudal permanece constante aunque las diferencias de presión sean grandes. Los beneficios inmediatos de la autorregulación son la ausencia de corrientes de aire y el ahorro energético en el proceso de ventilación, frente a otros sistemas como la ventilación mecánica que necesita incorporar ventiladores y otros componentes para garantizar su funcionamiento.

 

Ventajas de los sistemas de ventilación autorregulada

El aislamiento y la estanqueidad que de forma cada vez más creciente se van incorporando a los cerramientos de cualquier tipo de edificación, hacen que sea necesario prever un sistema de ventilación eficiente, controlado y continuo que limpie el aire de los contaminantes que se acumulan en el interior.

Una ventilación eficiente no debe ser intensiva, es decir con mucha renovación de aire en un periodo corto de tiempo, sino controlada y continua. Muchas viviendas están desocupadas gran parte del día y no se ventilan adecuadamente. Otras, se mantienen cerradas y desocupadas en periodos largos durante los cuales no existe ningún tipo de ventilación. La utilización de aireadores aporta muchas ventajas respecto de un sistema de ventilación híbrida o natural, que suele ventilar de manera intensiva, tal y como queda reflejado a continuación:

  • La ventilación se produce de forma controlada y continua frente a una ventilación intensiva que provoca un notable aumento del consumo energético de la vivienda para compensar las pérdidas de calor que se producen en los espacios interiores.
  • Confort térmico. La ventilación híbrida o natural implica un enfriamiento brusco de las estancias interiores, mientras que la ventilación con aireadores se realiza de forma controlada evitando variaciones de temperatura.
  • La estanqueidad al agua queda garantizada, al contrario de lo que sucede con la ventilación natural.
  • La autorregulación en la entrada de aire evita que se produzcan corrientes de aire.
  • Confort acústico frente a la entrada de ruido que se produce con otros sistemas de ventilación.

 

Tipos de aireador. Características físicas

Los aireadores pueden incorporase en las carpinterías o en las cajas de persianas y en algunos casos colocarse directamente sobre el vidrio. Suelen ser fáciles de implantar y el coste de su instalación es relativamente bajo en relación a otros sistemas como las carpinterías con aperturas oscilo-batientes. Se fabrican en aluminio, un material ligero y muy adecuado para soportar los cambios de temperatura, la lluvia y otros fenómenos provocados por la intemperie.

 

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